¿Puede Bitcoin adelantar al oro y convertirse en el activo refugio definitivo?
Los primeros meses de 2025 han resultado muy duros para el mercado bursátil. Después de que Donald Trump jurara su cargo a finales de enero, el recién elegido presidente de los EE. UU. planteó en seguida el problema de los aranceles sobre las importaciones a EE. UU., que había sido una de las promesas clave de su campaña electoral. El mercado reaccionó con nerviosismo: el S&P 500 y el Nasdaq 100 cayeron un 10% y un 14% respectivamente entre el 20 de febrero y el 12 de marzo en una de las caídas más pronunciadas de la renta variable en muchos años.
Bitcoin (BTC) se sumó al mercado bursátil en su caída de febrero y marzo con una pérdida de, aproximadamente, un 18% de su valor. No hace falta decir que el activo refugio seguro definitivo, el oro, protagonizó unas cómodas ganancias durante este desplome, tal y como suele ocurrir en los períodos de incertidumbre y durante las correcciones o los colapsos del mercado bursátil.
Sin embargo, a los mercados les esperaba otro importante generador de estrés en abril de 2025. La orden ejecutiva del “Día de la Liberación” de Trump por la que se imponen aranceles de importación globales a la mayoría de países provocó otra venta masiva de acciones. Apenas volvía en sí tras el KO de febrero y marzo y la bolsa estadounidense volvía a recibir otro importante golpe. Sin embargo, en esta ocasión, Bitcoin reaccionó de forma totalmente diferente: la criptomoneda líder mundial repuntó con fuerza después del 7 de abril y registró un rendimiento completamente divergente del del mercado bursátil.
El repunte de Bitcoin en abril, que aún continúa a principios de mayo, ha llevado a muchos analistas e inversores a plantearse una nueva pregunta: ¿se ha convertido BTC en un nuevo tipo de activo seguro que puede proteger tu inversión durante las caídas del mercado bursátil? Y si es así, ¿puede Bitcoin adelantar al oro a la hora de elegir un activo refugio? En este artículo, comparamos Bitcoin y oro desde la perspectiva de un inversor que busca el activo refugio óptimo en mercados bajistas presentes y futuros para la renta variable, los cuales algunos analistas creen que abundarán durante el período de vigencia de la actual administración de la Casa Blanca.
Aspectos importantes:
Durante la caída del mercado bursátil en abril de 2025, Bitcoin se disparó con fuerza y esto indica que muchos inversores eligieron las criptomonedas para proteger sus fondos frente a las pérdidas que protagonizaba la renta variable.
La huida del capital de las bolsas a Bitcoin provocó debates sobre si Bitcoin se está perfilando como activo refugio emergente similar al oro.
Aunque el oro sigue siendo el activo refugio definitivo, Bitcoin puede ser un gran complemento cuando se trata de crecimiento para una cartera centrada en la protección del valor durante mercados bajistas.
Bitcoin: el refugio seguro emergente
El viaje de Bitcoin hacia su reconocimiento como activo de inversión por derecho propio no ha sido sencillo. Tras su lanzamiento en 2009, ha sido considerado en gran medida y durante años como una rareza tecnológica sin valor real. Sin embargo, el activo digital fundamental comenzó a ganar reconocimiento mediante la generalización de su inversión entre noticias sobre las innegablemente gigantescas rentabilidades que lograba generar.
El primer “bull run” notable de Bitcoin fue su megasubida de 2017. Había comenzado el año con un valor de en torno a los $1,000 y el último día de diciembre tenía un valor de $14,093, ¡un retorno de la inversión de más del 13,000%!. Y los inversores abiertos al riesgo y a la especulación tomaron buena nota.
A comienzos de 2018, Bitcoin comenzó a ceder terreno y perdió de forma progresiva y constante sus notables ganancias de 2017. No fue hasta finales de 2020 que Bitcoin pudo volver a sus niveles de finales de 2017. Fue un período de caídas que se alargó tres años. Como consecuencia, los inversores y traders lo consideraban extremadamente volátil y especulativo y veían en él pocas posibilidades de aceptación regulatoria en el mundo financiero mainstream.
Sin embargo, la capacidad de Bitcoin para prosperar en períodos de turbulencias económicas generales se hizo patente con claridad por primera vez durante la guerra comercial que tuvo lugar entre EE. UU. y China en los años 2018 y 2019. Entre mediados de 2018 y mediados de 2019, EE. UU. y China se impusieron mutuamente aranceles sobre sus respectivas importaciones y esto provocó la primera guerra comercial moderna entre estas dos naciones. Aunque la mayoría de los mercados sufrieron turbulencias o caídas, Bitcoin se disparó con fuerza entre abril y junio de 2019, justo en un momento en el que el impacto de los aranceles se notaba ya en toda la economía.
Un cambio de perspectiva fundamental
El interés por Bitcoin como activo de inversión de pleno derecho se disparó entre finales de 2021 y comienzos de 2024 gracias a su entusiasta aceptación por parte de inversores institucionales. En octubre de 2021, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) aprobó el primer fondo cotizado en bolsa (ETF) de futuros de Bitcoin. Después, en enero de 2024, la SEC llevó a cabo la aprobación masiva de 11 ETF spot de Bitcoin.
Como resultado de estas aprobaciones, los inversores institucionales se fijaron en Bitcoin, haciendo que su precio subiera y estableciéndolo como un producto de inversión convencional.
Hasta abril de 2025, la reputación de Bitcoin seguía siendo la de un activo extremadamente volátil, de alto riesgo y de alto rendimiento. Últimamente, ha vuelto a sufrir grandes caídas en línea con la dirección de los mercados bursátiles y al estilo de los activos de gran crecimiento. Sin embargo, cuando la segunda administración Trump anunció ambiciosos aranceles el 2 de abril de 2025 (el llamado “Día de la Libertad”), el rendimiento de BTC resultó notablemente distinto al del mercado bursátil.
Los principales índices de acciones, como el S&P 500 y el Nasdaq 100, bajaron bruscamente a principios de abril y comenzaron después una recuperación lenta e incierta de sus pérdidas. Por el contrario, Bitcoin repuntó con fuerza tras una rápida caída del 2 al 7 de abril. A 7 de mayo de 2025, está en un nivel un 29% superior al de hace un mes.
El sólido rendimiento de Bitcoin a partir de abril de 2025, en un momento en el que el mercado de acciones enfrentó pérdidas, incertidumbre y baja confianza por parte de los inversores, hizo que se lo comparara con el activo refugio clásico: el oro. La pregunta ahora es: ¿ha evolucionado Bitcoin hasta convertirse en un activo refugio, tal vez un homólogo más volátil del oro?
Oro: el refugio seguro tradicional
Durante miles de años, los seres humanos han valorado el oro como depósito de valor fiable y, además, como divisa. Es bien conocida su reputación como activo refugio en tiempos de incertidumbre económica y de caídas. Este metal dorado, uno de los activos con los que más activamente se opera en el mundo financiero, tiende a atraer a inversores que intentan proteger su patrimonio cuando el mercado bursátil se desploma.
Aunque el oro ha sido el activo de almacenamiento de valor definitivo y lleva milenios siendo operado por todo el mundo. El primer mecanismo moderno para establecer su precio de mercado surgió en 1919 en Londres. En septiembre de 1919, cinco importantes traders del oro: N.M. Rothschild & Sons, Mocatta & Goldsmid, Pixley & Abell, Samuel Montagu & Co. y Sharps & Wilkins, acordaron (mediante reuniones o llamadas telefónicas regulares) establecer un precio de mercado unificado para el oro.
La popularidad del oro y su posición en el sistema financiero global sufrieron un golpe masivo en 1933, cuando el presidente de EE. UU., Franklin Roosevelt, firmó una orden ejecutiva que exigía a los estadounidenses entregar sus tenencias de oro al gobierno por un precio fijo de $20.67 por onza troy. Con la excepción de pequeñas cantidades, ahora estaba prohibida la propiedad privada de oro. Dichas restricciones draconianas sobre el oro se prolongaron hasta 1974, cuando el presidente estadounidense Gerald Ford derrocó la orden, pero la prohibición efectiva sobre la propiedad privada de oro en EE. UU. entre 1933 y 1974 limitó gravemente la actividad de trading para este metal.
Tras la derogación de la orden ejecutiva de prohibición del oro de Roosevelt, el trading de futuros de oro comenzó el 31 de diciembre de 1974 en el exchange de futuros COMEX, en Nueva York. Esto supuso el comienzo de la era moderna para el trading de oro en mercados financieros regulados. Una vez más, el oro se convirtió en uno de los principales tipos de activos del mundo. Desde entonces, el oro ha tenido normalmente, aunque no siempre, correlaciones negativas con el mercado bursátil y ha actuado como activo seguro durante los mercados bajistas de las acciones.
Invertir en Bitcoin vs. invertir en oro
Rendimiento y volatilidad históricas
En los últimos años, tanto el oro como Bitcoin han tenido buenos resultados. Debe tenerse en cuenta que los inversores rara vez han visto en el oro un activo de crecimiento. En su lugar, su papel ha sido el de protector de valor durante las caídas del mercado. La siguiente tabla muestra las tasas de rentabilidad del oro, de Bitcoin y del índice principal del mercado bursátil: el S&P 500, en períodos de corto plazo (el último mes y los últimos seis meses), así como en períodos de largo plazo (el último año y los últimos cinco años). Estas cifras son las vigentes a 7 de mayo de 2025 y están basadas en los datos de TradingView.
| 1 mes | 6 meses | 1 año | 5 años |
Oro | 4.25% | 16.78% | 34% | 80.9% |
Bitcoin | 29.4% | 29.09% | 53.25% | 942.6% |
S&P 500 | 14.13% | −4.42% | 8.5% | 99% |
Los datos de la tabla demuestran claramente que Bitcoin ha obtenido mejores resultados que el oro (y que las acciones bursátiles). A la vez, el oro también ha cumplido su rol como protección del valor de la inversión, superando significativamente al mercado bursátil durante los últimos mes, seis meses y 12 meses, períodos muy afectados por las recientes (y aún vigentes) guerras arancelarias iniciadas por la administración Trump. Por ejemplo, un inversor medio del mercado bursátil habrá incurrido en pequeñas pérdidas (de un -0.7%) en los últimos seis meses, mientras que las inversiones en oro han crecido un notable 18% durante el mismo período, un resultado sobresaliente teniendo en cuenta el pesimismo económico actual.
A lo largo del período de cinco años, el oro y el S&P 500 han presenciado tasas de crecimiento de una magnitud similar (del 90.5% y del 98.2%, respectivamente) en momentos de optimismo y crecimiento en el mercado y de caídas de las acciones (p. ej., la primera mitad de 2022, durante la cual el S&P 500 se hundió un 23%).
Oro vs. Bitcoin: ventajas y desventajas
Aunque el oro simplemente ha cumplido con su rol de cobertura contra los problemas del mercado bursátil, Bitcoin ha logrado hacer eso mismo y algo más: su rendimiento durante estos cuatro intervalos analizados indica que la mejor criptomoneda del mundo ha actuado como un activo seguro en esteroides, ofreciendo, a la vez, protección contra los mercados bajistas de la bolsa y rendimientos significativos.
Aunque Bitcoin ha superado al oro en términos de rendimiento histórico durante los últimos años, también debe tenerse en cuenta que sigue siendo más volátil que el oro. Ello supone una limitación crucial: la volatilidad de Bitcoin durante el último año (según su medición en base al coeficiente de variación) es de alrededor del 20%, mientras que el mismo coeficiente para el oro (durante el mismo período anual) fue del 10%.
Aunque Bitcoin es dos veces más volátil que el oro y según estas estimaciones, estamos ante cifras que no son exactamente las de un activo que resulte mucho más volátil que el oro, como muchos inversores creen. Además, en los primeros cuatro meses desde principios de 2025, los dos activos han mantenido una diferencia aún menor en términos de volatilidad: un 8.3% para Bitcoin y un 6.8% para el oro (en base a sus precios diarios).
Claramente, las nuevas realidades del mercado están desafiando las viejas creencias. Aunque Bitcoin sigue siendo más volátil que el oro, la diferencia en los niveles de volatilidad entre ambos activos puede dejar de ser tan grande como lo fue en el pasado, al menos durante períodos de movimientos significativos de los precios del oro (como en los últimos meses).
Cobertura contra la inflación
El oro ha sido considerado tradicionalmente una excelente cobertura contra la inflación, así como contra eventos aún más extremos, como la devaluación de una moneda. Normalmente, conserva su valor o crece en tiempos en los que las monedas fíat pueden perder poder adquisitivo real debido a presiones inflacionarias.
En cambio, Bitcoin no ha sido considerado tradicionalmente como cobertura contra la inflación. Durante todo 2022 y gran parte de 2023, en EE. UU. prevaleció una alta inflación. Durante estos dos años, Bitcoin se comportó de forma completamente diferente: siguió cayendo a lo largo de 2022, pero repuntó fuertemente durante la mayor parte de 2023. Esto indica que es posible que aún no muestre una de las propiedades clave de un activo refugio: la capacidad de ofrecer cobertura contra las pérdidas de valor de tipo inflacionario.
Liquidez y accesibilidad
Tanto el oro como Bitcoin ofrecen mercados líquidos y vibrantes. Sin embargo, la liquidez del oro es mucho mayor que la de Bitcoin. Los volúmenes de trading diarios para el oro suelen oscilar entre los $200,000 millones y los $300,000 millones, mientras que los de Bitcoin representan aproximadamente una décima parte de estas cifras. La capitalización de mercado del oro es de más de $22 billones, mientras que la capitalización de mercado de Bitcoin es de $1.9 billones, unas 11.5 veces inferior.
El oro es fácilmente accesible para los inversores institucionales y minoristas a través de brókers que ofrecen ETF vinculados al oro y contratos de futuros basados en oro. También puedes comprar oro físico en forma de monedas y lingotes.
Bitcoin también es un activo de fácil acceso, siempre y cuando seas un experto en el mundo cripto. Puede hacerse trading con él en exchanges cripto centralizados (CEX), exchanges descentralizados (DEX) y directamente a través de la blockchain de Bitcoin mediante el trading entre pares (“peer to peer”). Sin embargo, los inversores que no están familiarizados con la tecnología blockchain (o aquellos que prefieren ceñirse a los exchanges regulados) pueden considerar que Bitcoin es menos accesible que el oro.
Almacenamiento y seguridad
Bitcoin se guarda en billeteras cripto que están vinculadas directamente a direcciones blockchain o a cuentas en exchanges cripto. Aunque mantener fondos en dicha billetera suele ser seguro si sigues todos los procesos de diligencia debida, se producen jaqueos y ataques por explotación de debilidades en el mundo blockchain. Durante estos jaqueos, tus fondos de BTC mantenidos en una billetera cripto pueden verse comprometidos o incluso perderse por completo.
También hay ciertas preocupaciones en relación al almacenamiento y la seguridad en el caso del oro, al menos si inviertes en oro físico en lugar de en ETF o futuros de oro. Los lingotes y otros tipos de oro físico deben ser guardados de forma segura. Son muchos los proveedores de salvaguarda de oro en el mercado. Estas empresas pueden mantener tu oro físico a salvo. Sin embargo, ello acarrea tarifas por la protección de tu oro en las instalaciones seguras de dichos proveedores. Además, estas empresas pueden verse vulneradas por actividades delictivas y por robos del oro almacenado, aunque los proveedores de confianza tienen estándares de seguridad probados y fiables.
Riesgos regulatorios y de mercado
Tanto el oro como Bitcoin conllevan riesgos de tipo regulatorio y de mercado. Aunque el oro es ampliamente aceptado en los mercados regulados, puede haber problemas relativos a la fiscalidad derivados del trading de oro, especialmente en el caso de las transacciones transfronterizas. También debe tenerse en cuenta que el oro es un activo no soberano, es decir, no está emitido ni respaldado por gobiernos ni bancos centrales, aunque estos sí pueden utilizarlo como activo de reserva. Por lo tanto, el valor del oro solo viene garantizado por la demanda del mercado.
Bitcoin está mucho menos regulado que el oro. Aunque EE. UU. está avanzando hacia una regulación integral para las criptomonedas, aún no existe un marco unificado en este sector (principios de mayo de 2025). A la vez, los varios ETF de futuros y spot de Bitcoin aprobados por la SEC ofrecen un acceso al activo desde el entorno regulado de los exchanges bursátiles.
Al igual que el oro, Bitcoin es un activo no soberano. De hecho, a veces se lo denomina “oro digital”. Su naturaleza descentralizada garantiza su independencia frente a cualquier gobierno. Al igual que el oro, el valor de Bitcoin se deriva únicamente de su demanda en el mercado.
Propuesta de valor a largo plazo
El oro se encuentra entre los activos más estables y seguros de los mercados financieros. Este metal precioso tiende a conservar su valor y a subir durante períodos en los que los activos orientados al crecimiento bajan. Sin embargo, los mercados alcistas prolongados pueden frenar el rendimiento a largo plazo del oro, al menos en relación con otras oportunidades de inversión. Durante un período lo suficientemente largo (por ejemplo, cinco años o más), podemos esperar que el mercado de acciones pase por períodos de crecimiento y de caída. Aunque es probable que los mercados bajistas en renta variable impulsen al oro, los períodos alcistas pueden hacerle perder terreno.
En una sección anterior de este artículo, comprobamos que el oro y el S&P 500 ofrecieron un rendimiento bastante similar durante los últimos cinco años. En este intervalo de tiempo en la economía estadounidense se produjeron varios acontecimientos adversos: la caída del mercado bursátil en la primera mitad de 2022, una alta inflación durante 2022 y 2023 y, más recientemente, la caída del mercado en febrero y en abril de 2025, causada por los agresivos aranceles de Trump. Por lo tanto, el oro ha cumplido con su misión de proteger el valor de los inversores a largo plazo durante estos cinco años.
Al mismo tiempo, y aunque estos años implicaron varios períodos incómodos para las acciones, el oro no ha podido superar en absoluto al S&P 500, con una tasa de crecimiento a cinco años del 80% frente al 99% de este índice del mercado bursátil.
Inversión: oro vs. Bitcoin
La idea general a la hora de invertir en oro no suele ser la de buscar crecimiento, sino, casi siempre, la de tratar de conseguir protección frente a pérdidas.
Por el contrario, Bitcoin sigue siendo un activo de crecimiento, aunque recientemente ha demostrado potencial para actuar como activo seguro en tiempos de adversidades en el mercado bursátil. Su valor a largo plazo también está estrechamente vinculado a sus mecanismos de emisión y de limitación de su propia oferta. Los nuevos bitcoins son minados cada diez minutos en la red BTC y el calendario de lanzamiento está sujeto a su halving, que tiene lugar cada cuatro años.
Además, la oferta máxima de Bitcoin está limitada a 21 millones. Las reglas de la blockchain de Bitcoin establecen que nunca habrá más de 21 millones de BTC. Sin embargo, Bitcoin solo alcanzará este tope en torno al año 2140. La oferta limitada de Bitcoin, sus halving regulares y el límite en su oferta lo convierten en un activo escaso. Aunque es posible que Bitcoin no repita sus enormes ganancias de antaño, sus propiedades deflacionistas seguirán respaldando su precio en el futuro.
¿Cuál es el activo más seguro en el que invertir?
Desde la perspectiva de la seguridad, el oro sigue siendo la opción preferida. En tiempos de mercados bajistas e incertidumbre económica, el oro cumple su misión de proteger tus fondos de las pérdidas. En comparación con Bitcoin, es menos volátil, más líquido y está mejor regulado.
Sin embargo, tu cartera de activos refugio no tiene por qué estar basada en un solo activo. Diversificar tu inversión en mercados bajistas debería, idealmente, implicar tanto un activo refugio bien establecido como un activo refugio emergente. La última subida de Bitcoin en abril de 2025 demostró que puede funcionar para contrarrestar posibles caídas de la renta variable. Además, Bitcoin ha generado mejores rendimientos que el oro tanto a corto como a largo plazo.
Así, una estrategia prudente implicaría asignar algunos de tus fondos al oro, un activo seguro, regulado, de baja volatilidad y altamente líquido, a la vez que inviertes el resto en Bitcoin, un activo refugio emergente que es de alto crecimiento y volátil, pero que sigue distanciándose lo suficiente de las acciones bursátiles.
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Conclusiones finales
Aunque Bitcoin, el rey de las monedas digitales, puede no sustituir al oro en ningún momento como activo refugio de elección, puede ser una incorporación viable para una cartera diseñada para resistir en períodos de problemas para el mercado bursátil. La naturaleza de alto crecimiento de Bitcoin y su capacidad creciente de prosperar en momentos de huida de capital en la bolsa lo posicionan como un nuevo tipo de activo refugio, uno que, aunque puede que aún no compita con la estabilidad y la seguridad que ofrece el oro, sin embargo sí puede actuar como un gran diversificador y como contrapeso para el metal precioso más famoso del mundo. Gracias a Bitcoin, las carteras de refugio seguro pueden centrarse a la vez en la protección del valor y en el crecimiento, en lugar de necesitar decantarse solo por la primera de estas dos opciones.
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